jueves, 4 de diciembre de 2014

La moneda social y complementaria en la Reserva de la Biosfera de Lanzarote contribuye a construir una economía centrada en las personas y el territorio.

El nuevo ciclo de crisis estructural económica-financiera, y sus efectos dramáticos en la población, paralelo a la concentración de la riqueza y el aumento de la desigualdad, ha hecho resurgir la demanda y la tremenda necesidad de una economía centrada en la personas, en la mayoría social. Partimos del reconocimiento de que el sistema económico capitalista en el que vivimos, regido por las leyes del libre mercado y basado en un crecimiento continuado, no solo es incapaz de satisfacer las necesidades básicas de las personas y asegurarles una vida digna, sino que además es insostenible. Asumimos que el éxito de las políticas públicas no debe ser medido únicamente por el crecimiento económico que generan, mientras elementos como el bienestar, la equidad, los derechos sociales o el medio ambiente son consideradas cuestiones secundarias, “lujos” que vendrán como resultado del propio crecimiento. De ahí que veamos que para avanzar hacia una economía justa son necesarias políticas económicas que pongan en el centro valores como el bien común, la participación y la colaboración entre las personas, la lucha contra la desigualdad social y de género, la sostenibilidad medioambiental, en definitiva, políticas económicas coherentes con el desarrollo humano, que respondan a nuevas formas de entender la economía, pero también la vida.

En el contexto de la creciente y asimétrica globalización, el cuestionamiento actual del sistema económico (creciente distribución desigual de la riqueza, concentración de las decisiones económicas en pocas manos, cambio climático, crecimiento económico sin empleo y mejora del bienestar, etcétera) está provocando la proliferación de modelos y herramientas económicas que buscan situar a las personas y su bienestar en el centro de la economía, con su reflejo en el ámbito de las empresas (economía del bien común, responsabilidad social corporativa), o del comportamiento económico individual de las personas (comercio justo, banca ética, bancos de tiempo, plataformas de intercambio….), en definitiva renovando el énfasis en las actuaciones en el marco local. Una de las iniciativas posibles tiene que ver con el sistema monetario, con la creación de un instrumento de pago íntimamente conectado a objetivos de la comunidad y el territorio, que ponga el dinero al servicio de las personas, en vez de que estemos al servicio del dinero.
Una de las asistencias técnicas que he llevado a cabo últimamente en Canarias tiene que ver precisamente con las monedas sociales, asumiendo el desafío de acompañar profesionalmente a la Reserva de la Biosfera de Lanzarote y el Cabildo Insular en el proceso participativo de diseño y lanzamiento de una moneda local y responsable que fuese una herramienta para fomentar el desarrollo local sostenible de Lanzarote. Partíamos de la visión de la moneda social como un instrumento de intervención transversal y de amplio espectro funcional y programático que podría formar parte del programa de intervenciones de una Reserva Mundial de la Biosfera. De hecho, en una primera aproximación (“Nota conceptual sobre moneda social en Lanzarote”) comprendimos que la utilización en Lanzarote de un sistema monetario complementario asociado a la Reserva, y por lo tanto al conjunto de la isla, podía sin lugar a dudas contribuir a:
  • Crear riqueza social, y contribuir a la creación de empleo y desarrollo en el ámbito local y comunitario;
  • Estrechar los vínculos entre objetivos medioambientales y los objetivos de desarrollo local sostenible de la Reserva de la Biosfera;
  • Vincular los objetivos del sector turístico (marca de Destino Turístico Sostenible) a los objetivos de la Reserva de la Biosfera (disminuyendo la huella ecológica del turismo), mostrando la interdependencia de ambos objetivos;
  • Aumentar la implicación y participación de los actores sociales y económicos en la consecución de los objetivos de la Reserva, al mismo tiempo que se empoderan en la esfera inmediata de la economía.
En el Documento Básico de la Propuesta de Moneda Social y Responsable que elaboré para este proceso, se analiza y concluye que Lanzarote y su Reserva de la Biosfera supone un marco ideal para lanzar una iniciativa de moneda social y responsable. Asimismo, se fundamenta el proyecto de moneda social, por un lado, en la convicción de que es un instrumento que sirve para promover un modelo de desarrollo sostenible al apostar por un sistema de intercambio y relaciones mas solidarias y cooperativas. Por otro lado, se considera que la moneda social puede fortalecer el desarrollo endógeno local y el empoderamiento de los actores económicos y sociales.

Ni que decir tiene que la participación de los agentes sociales, económicos e instituciones de la isla, siendo un aspecto complejo, resulta absolutamente esencial para una iniciativa de moneda complementaria. La introducción de un instrumento monetario que se entiende como vertebrador de una manera alternativa de entender las relaciones económicas locales, requiere de forma imperiosa de un proceso participativo, tanto para el diseño como para la puesta en funcionamiento de la moneda.  En nuestro caso, las  asambleas-talleres llevadas a cabo nos mostraron que en un proceso de esta naturaleza no se pueden forzar los tiempos, y no menos importante, la necesidad de contar con una facilitación y acompañamiento profesional.


Aunque el proyecto de moneda alternativa para Lanzarote se paró al finalizar la primera fase, es de esperar que en un nuevo ciclo de las instituciones locales a partir de mayo 2015 esta ilusionante y valiente iniciativa recobre nuevos bríos para contribuir a asegurar un mayor control ciudadano de la economía.

http://jorgeperezartiles.blogspot.com.es/p/desarrollo-economico-local.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario

  CORRUPCIÓN, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y FORTALECIMIENTO DEMOCRÁTICO Escrito por   Jorge Pérez Artiles   tamaño de la fuente       Imprimir  ...